Ayer en el estadio no había conciertos (bueno, alguno dirá que casi mejor lo hubiera preferido), había fútbol. Y de esos partidos que paran el país. Así que las bandas que no cayeron en que el 10 de Abril había un Madrid-Barça, o cayeron y les dió igual, pues claramente tuvieron un problema de aforo
Ayer tocaban dos bandas amigas de este blog, Mr. Black, y Love Division. Y las dos unos días antes avisaron que retrasarían la hora de comienzo para no competir cara a cara con el partido. Sin embargo, es probable que el resultado todavía quitara más asistentes porque ayer hubo mucha gente a la que se le quitaron las ganas de fiesta después de lo visto en el Bernabéu
Ayer Love Division iba a tocar junto a otras dos bandas, una que venía desde Sevilla. Esta debe de ser de las que no cayó hasta el último minuto en la coincidencia, y cuando se dieron cuenta, cancelaron el viaje
Llegamos a la carrera a la sala Siroco con el concierto bien empezado. Realmente, creo que no veríamos más de 5 o 6 canciones ayer, y aunque alargaron un poco la despedida, casi cuando llegamos, ya se estaban despidiendo
Love Division volvía a una sala especial para ellos, donde presentaron su último disco, y donde se les trata bien. Y esta vez lo hacían como cuarteto, acompañados de un segundo guitarra que sonó en todo momento muy integrado aunque quizá añadiendo una complejidad al sonido garajero de Love Division que no va mucho con el estilo
En todo caso, y no sé si el "ruido" de Love Division va en proporción líneal al número de músicos, pero ayer sonaban altos, muy altos. Seguramente demasiado, cosa que parece ser que influyó en que acabaran antes de lo que ellos hubieran querido
En todo caso, la parte del concierto que vimos fue marca de la casa. Sinceramente, si te gusta el rock, con Love Division no te puedes equivocar. Su directo es potente, sus temas son puro garaje sucio, y son capaces de montar un show muy convincente. Por el poco tiempo que les vimos ayer, no sé si ya están presentando algún tema nuevo. Seguro que ese es su próximo reto, superar el listón (que está muy alto) de su The Velvet Revolution.
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