Si hubiera un premio a las entradas más feas, seguro que entradas.com y Caja Madrid se llevaban el premio ex aequo. Sin embargo, hay que darles cierto crédito. Ayer cuando a ultimísima hora decidimos ir a este concierto, miramos los sitios habituales. Ticketmaster tenía las entradas agotadas, mientras que entradas.com tenía, pero avisaba que no se podrían recoger en la entrada y que habría que sacarlas en cualquier cajero de CajaMadrid. Así que hay que reconocerles que incluso comprando a muy última hora, todo ha funcionado bien, pero siendo un poco fetichista de entradas de concierto como soy, un ticket de cajero me pone más bien poco
Y cómo es que decidimos tan a última hora ir a ver al gran Maceo Parker... Pues tengo que admitirlo, hasta ayer no sabía quién era este tío. Y hubiera seguido en la mayor incultura musical si no hubiera sido por mi profe, y por su obstinación (sin mucho éxito) de intentar enseñarme una canción de Maceo.
Y es que Maceo empezó tocando nada más y nada menos con James Brown hace ya más de 40 añitos, y luego se ha ido haciendo una carrera en solitario bastante sólida. Eso sí, en solitario no toca, Maceo se hace acompañar de una peazo de banda. Empezando por un tío al que el bajo le queda como una bandurria, un par de buenísimos coristas, un guitarra que toca con los dedos el funky más sucio sin despeinarse, teclados y una sección de viento espectacular. Ah, y se me olvidaba, el batera más elegante que he visto en mi vida. Camisa abotonada hasta arriba sin una sóla arruga, y corbata que no se movió ni en los solos que se marcó. En definitiva, espectacular banda
Pero hubo un problema. Ayer fue uno de esos días (Ed.: esto me suena Ash...). El mundo se puso en contra mía, y el día fue un absoluto desastre. Pero es que fue tal el nivel de desastre, que me dio la sensación de que mundo pidió ayuda al resto del Sistema Solar y parte de la Vía Láctea para darme una buena paliza. Ni siquiera Maceo fue capaz de arreglarlo.
Y estuvo a punto la verdad, porque esta gente puede hacer moverse a un muerto. Maceo dice que su música es un 2% Jazz y un 98% Funky. Su funky no es tan sucio como el de James Brown. Quizá el paso de los años también ha atemperado los ánimos. Pero en todo caso es más cálido, más armonioso. Eso sí, igual de bailable. Y es que ayer, menos nosotros y 3 tontos que teníamos al lado que habían pagado 30€ por barba para charlar a gritos de los colegas que se habían encontrado el otro día en un garito, nadie en la Joy Eslava dejó de bailar un sólo momento. Una lástima lo del Sistema Solar contra mí
Valoré ir, pero uno no puede con todo... y sí, las entradas terriblemente feas. Y vamos a peor!
ResponderEliminarPues yo no lo disfruté mucho, cosas de la vida moderna, pero fue un verdadero conciertazo. No te lo pierdas la próxima vez! Saludos!
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