Love Division es el tercer grupo que hace doblete en este blog. Justo después de los Petersellers y los Sex Museum, lo cual claramente no es una casualidad. Y tampoco que Love Division reaparezca justo después de los Sex Museum, ya que nada menos que Fernando Pardo (la bestia parda de guitarra de los mismísimos Sex Museum) (Ed.: qué pena que se acabara No te rias que es peor, porque podrías hacer carrera en el mundo del humor) les ha producido su último disco
El caso es que después de la suerte que tuvimos de verles teloneando a los Sex Museum hace poco, teníamos muchísimas ganas de verles en un concierto para ellos solitos, y más siendo un concierto de presentación de su nuevo disco The Velvet Revolution.
Además, tocaban en un clásico de la noche madrileña, la Sala Siroco (gran página web por cierto). Hacía unos cuantos años que no iba a la Sala Siroco. Hay que reconocer que a pesar de tener un buen escenario, no es un buen sitio para ir a ver un concierto. En más de la mitad del local no puedes ver a la banda, y eso hace que mucha gente que acaba allí, se termine desconectando del concierto y se ponga a charlar creando un runrun bastante molesto. En todo caso, buen sonido, buenas copas y buenos carteles (tocan los míticos Doctor Explosión en un par de semanas) que hacen de la Sala Siroco un referente de la música en directo de Madrid.
Llegamos justo cuando Love Division acababa de poner a punto el equipo, y sin posibilidad de ver al grupo que tocó antes. Se les notaba ciertos nervios por empezar más o menos en hora, y quizás por la responsabilidad de presentar su nuevo disco entre en montón de amigos y familiares que se veían por allí.
Y quizás eso se notó cuando se arriesgaron a empezar con Angelene, tocada en riguroso acústico, en la que empieza Ricardo sólo y luego se le van sumando Tony y finalmente Kike. Y es que con la voz fría, y con el sonido todavía no ajustado del todo, empezó sonando un poco regular. Sin embargo, duró muy poco, y especialmente ya con toda la banda en el escenario, todo terminó sonando bien. Y entonces el cielo se abrió, y empezó a jarrear r'n'r del bueno, del guitarrero Gibson, y con Nothing We Believe In empezó la caña que prometían los carteles que habían colocado.
Y como concierto especial que era, Love Division se trajo refuerzos. Otra guitarra y un violín que reforzaron la banda en algunos temas. El violín se oía un poco bajo para mi gusto, pero realmente completó el sonido de You Got It All Worked Out y especialmente de The Velvet Revolution.
E igual que comentaba que quizás fue arriesgado empezar en acústico, para mí la última canción del concierto debería haber sido The Velvet Revolution. A parte de obviamente dar nombre al disco, es la canción más "épica" de su repertorio, y más si le añades un violín en directo
También es verdad que acabar con la versión tan dura que hacen del Helter Skelter no es moco de pavo, pero acabar el concierto (y dar el bis) con varias versiones parece que es de una banda con un repertorio flojo, y no creo que Love Division sea de esas
Hay que agradecer la profesionalidad y lo en serio que se lo toma esta gente. Las poses estudiadas, las frases medidas, y la imagen muy cuidada, tanto los discos como el merchan muy cuidado y atractivo... (quizás por pedir, una entrada más bonita, aunque por 6€...) Desde luego saben lo que quieren y lo quieren ya (Ed.: otro chiste de snobismo musical?), pero eso no tiene ningún impacto en el entusiasmo y las ganas que derrochan sobre el escenario
Seguro que si en vez de vivir en Alcalá de Henares vivieran allende los mares, otro gallo cantaría. Aunque también hay que reconocer que no les va nada mal. Productor de lujo, un montón de bolos cerrados, premios en conciertos... Pero estoy seguro que su esfuerzo les cuesta. Ya sabéis que la suerte es cuando la preparación y la oportunidad se encuentran, estoy seguro que estos chicos van a tener, y mucha
No hay comentarios:
Publicar un comentario