martes, 1 de febrero de 2011

Uno nunca puede tener demasiadas guitarras

Pues sí, y es que como la mayoría de hobbies, en cuanto empiezas, no puedes parar. Y es que además, luego no puedes dejar de hablar de ello, y de lo que tienes, o lo que te gustaría tener. Es muy común a todos los hobbies, pero es totalmente cierto para el de la música en general, y las guitarras en particular (o el de las motos, otro del que podría hablar bastante)
Acabo de realizar la última incorporación a mi colección de guitarras, y creo que va a ser por un tiempo muy largo (eso lo explicaré un otro post), así que no he podido evitarlo y he tenido que escribir esto
Así que en un ejercicio de egocentrismo desatado, voy a enseñaros mi colección de guitarras. Y subrayo lo de colección, porque soy mucho mejor comprador de guitarras que músico. Lo cual me lleva a meter un poco de publicidad. Si vives en Madrid, y no encuentras a nadie para hacer ruido, mándame un mensaje y vemos qué se puede hacer. Una de mis resoluciones de año nuevo de volver a tocar con gente, que lo de tocar sólo en casa es muy aburrido (además de que las cervezas saben mejor acompañado)
Aquí van, en orden de compra

Squier Standard Stratocaster HSS
Realmente no fue mi primera guitarra. Empecé a tocar la guitarra con unos 10 años en la rondalla del colegio. La guitarra que me compraron mis padres (una barata para que me desfogara) ha estado dando vueltas en casa de mis padres hasta hace poco. Sin embargo, se la dejé a unos amigos una temporada (recordatorio, nunca dejes a nadie tu guitarra ni tu novia) y se la cargaron. A pesar de que luego la intenté recuperar un poco, estaba hecha polvo
Así que cuando me entró el apretón de retomar la guitarra hace unos años (supongo que en plena crisis de los 30, aunque a mí me llegó antes :)), me compré esta Fat Strat de Squier. La razón de comprar la Fat Strat es por los humbuckers que le daban un sonido más potente y ruidoso (que era lo que buscaba). La verdad es que la guitarra no está mal para lo que me costó, y aún la sigo utilizando de vez en cuando. De hecho esta semana le quiero cambiar las cuerdas y ponérselas más gruesas para afinarla en D y hacer un poco de ruido de verdad
Junto con la Squier me compré el que sigue siendo mi único ampli, un Roland Cube 30. La verdad es que para tocar en casa (e incluso en sitios más grandes) está de puta madre. Suena bien incluso a volúmenes bajos, y viene con efectos incorporados que no están mal. Ya sé el ampli que quiero cuando me haga mayor, pero para eso tengo que tocar de verdad y desde luego no aquí en casa.
Con los años me he hecho con un buen número de pedales (por una temporada se convirtió en un regalo de Navidad típico) que la verdad sólo utilizo de vez en cuando, porque para tocar en casa, me valen los efectos del ampli

Fender Eric Clapton Stratocaster
Un par de años despues, en un viaje a los EEUU me topé con una Strato Eric Clapton del 2003 de segunda mano. La verdad es que la iba buscando. Sentía que ya podría tocar una guitarra de "verdad", me apetecía darme un capricho y siempre había querido una Strato.
La verdad es que la diferencia con la Squier son brutales. Empezando por el tacto de la guitarra. El mástil tiene una forma en V que la hace mucho más fácil y cómoda de tocar. Además la diferencia en las calidades de la madera y la construcción son más que evidentes, haciendo que las cuerdas estén mucho más cerca del mástil y haciendo otra vez que sea más fácil tocarla. En cuanto a las pastillas, la Eric Clapton lleva unas Noisless de un sónido cálido y limpio. Y finamente, como parte de la firma de Eric Clapton, la guitarra lleva un control de potencia de sonidos medios integrado en el mando del tono

Fender CD220CE Dreadnought Acoustic Guitar (Natural)
En otro viaje a los EEUU (suelo ir al menos una vez al año por trabajo, y los precios allí son alrededor de un 50% de los de aquí) me compré esta Fender acústica. Después de intentar poner en marcha mi antigua guitarra y darme cuenta que estaba destrozada, quería tener una guitarra acústica, pero no gastarme mucho dinero. Encontré esta Fender hecha en China nueva, por un precio bastante razonable. De hecho, estaba un poco por debajo de mi presupuesto, y aunque me gustaba una guitarra más cara, el tío de la tienda me recomendó esta. Una de las mejores compras que hecho nunca. Todo el mundo alucina con lo bien que suena esta guitarra, y además es preciosa. Las Fender no tienen muy buena reputación en guitarras acústicas, pero desde luego en esta, lo clavaron

Caparison TAT Crimson


Hace un año y medio, me fui de vacaciones con mi chica a Japón. Mi profe de guitarra (que por cierto acaba de sacar un disco), insistió en que era una gran oportunidad para comprarme una Caparison, y acabé comprándome esta. Y es que Iván, es amiguete del gran Mattias Eklundh que es uno de los músicos bandera de Caparison. La verdad es que la compra de esta guitarra fue curiosa. Iván me había lavado tanto el cerebro que al final, aunque no estaba decidido a comprarme una guitarra, era esta o ninguna (y uno no va a Japón todos los días). El caso es que en Tokyo hay un par de calles que concentran un mogollón de tiendas de música. Así que un día estábamos casualmente dando una vuelta por allí, y nos metimos a trastear. El problema es que lo japoneses no hablan muy bien inglés, y resulta, que incluso allí muy poca gente conoce esta marca de guitarras, pero al final, después de mucho buscar y de empaparnos (estaba cayendo una mundial) encontramos la única tienda que tenía Caparison. Sin embargo, no parecía que estuvieran muy por la labor de venderlas. Las tenían casi escondidas, y en unas condiciones un poco tristes. Sucias, e incluso con algunos tornillos oxidades. Otra gran verdad sobre los japoneses es que no les gusta regatear, pero en vista de mi insistencia y del estado de la guitarra. Me la dieron un buen lavado de cara (cambio de tornillos, limpieza en profundidad) e incluso les saqué un buen descuento.
Caparison es casi una marca de guitarras artesanas. Hacen ellos todo, hasta las pastillas. Y concretamente mi TAT es una guitarra hecha de una sola pieza, que viene con dos pastillas en humbucker, con otras dos simples, las cuales además pueden "unirse" con el botón que va integrado en el mando del tono. Esta guitarra es super versátil. Esas pastillas le dan mucha variedad de sonidos, y aunque tiene una pinta muy burra (que también lo puede ser), también es capaz de sonidos más suaves cercanos a los de la Strato
Cómo me la traje a España es otra historia en sí misma, pero me la guardo para otro día

Carvin HF2 (Holdsworth Fatboy)
Y la última en llegar, esta maravillosa Carvin HF2. Realmente no estaba pensando en comprarme otra guitarra. Tenía un capricho desde hace tiempo de una SG, pero bueno quería dejarlo para más adelante. Pero una noticia reciente (buena), me hizo decidirme a darme un capricho antes de que yo ya deje de ser importante. Así que en otro viaje a los EEUU, me lancé a la búsqueda de una SG de segunda mano. El problema es que las SG de segunda mano escasean, y además el precio es siempre muy similar al de primera mano (y no me quería gastar tanto), o incluso cuando ya son relativamente antiguas, sube bastante. Encontré alguna interesante, como una del 83 que sonaba de coña, pero estaba bastante machacada y el precio tampoco es que fuera lo suficientemente atractivo.
Así que cuando ya me había resignado, el último día antes de volverme, me dí cuenta que cerca del hotel había una tienda de Carvin
Carvin es una marca californiana de guitarras artesanales que fabrican bajo pedido. Básicamente te puedes hacer la guitarra que tú quieras. Sin embargo, tienen algunas tiendas más que nada para generar un poco de demanda enseñando el producto. También hacen amplis, por lo que es la única manera de que la gente los pruebe
Pues bien, para esas tiendas, hacen tiradas pequeñas de guitarras "estándar", que puedes ir a probar, y obviamente, comprar en la tienda
Y allí estaba esta HF2, que como extra, está hecha con madera de Koa. De este árbol, que está protegido y sólo crece en Hawaii, sólo se puede utilizar la madera de árboles ya caídos, por lo que es bastante cara. Por eso la guitarra llevaba más de un año en la tienda, y la acababan de rebajar un 50%... Imposible resistirse
Además, tengo que reconocer que no había tocado nunca una guitarra semihueca, y el sonido es simplemente espectacular. En limpio o con un poquito de distorsión, es precioso. Pero claro, qué se puede esperar de una guitarra que lleva el nombre de Allan Holdsworth.
Ya sabemos que el arco no hace al indio, y en mi caso es una verdad como un templo, pero es que son taaan bonitas :)
Espero que aparte de alimentar mi ego, este post tambien ayude a algún guitarrista aficionado a la compra de alguna guitarra, y sobre todo a tí bajista o batera que vives en Madrid y no tienes con quién tocar. Estamos en las mismas, así que mandame un correito y lo hablamos ;)

2 comentarios:

  1. tronco, vaya colección!!!! jajajajaja, enorme entrada, sí señor.. y vaya vicio que son las guitars!!

    abrazo!!

    /Ricardo

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