Casi 12 años desde que "cerramos" echocord. Quizá queramos emular a esas bandas que se van, pero vuelven, se vuelven a ir, pero luego se vuelven a juntar... El caso, es que un poco por casualidad, el otro día "preparando" el Tomavistas de este año, volví a leer el blog y volví a recordar conciertos que ya no recordaba.
Y también me di cuenta de la cantidad de conciertos a los que he ido estos últimos 12 años que también he olvidado. Algo que era el objetivo de echocord cuando nació, ayudarme a recordar los conciertos a los que voy.
Cierto es que ya no voy a tantos conciertos como antes. La crianza, el ya no vivir en el centro de Madrid, no ayudan a tener una agenda muy activa de conciertos. Pero también es verdad, que no nos hemos perdido ningún MadCool, que de vez en cuando nos escapamos a algún concierto de nuestras bandas favoritas (eso sí, no tenemos tiempo para nuevos descubrimientos), y que de hecho, en este 2024 tenemos una agenda de conciertos bastante apañada. Hace unas semanas vimos a Nubiyan Twist en el Conde Duque (que me recuerdan mucho a mis amados US3), este fin de semana teníamos entradas para el Festival Tomavistas, y nos espera un verano con Deftones, Queens of The Stone Age, Havalina, L7, MadCool...
Así que he pensado que sería una pena que nos pase con estos conciertos lo que nos ha pasado con algunos de los que hemos visto en estos 12 años de silencio de echocord... que luego se nos olviden
El Festival Tomavistas tiene algo raro para nosotros. Es uno de los veteranos de Madrid (8 ediciones si no recuerdo mal), tenemos un amigo que es muy cercano a los organizadores y que participó en el festival hace tiempo, nos gustan mucho los grupos que traen, es familiar, pero aún así, no es uno de nuestros habituales.
Estuvimos en una edición extra viendo a Los Planetas en 2022 (gran concierto por cierto), y luego estuvimos sólo un día también en el 2022, viendo un rato a Carolina Durante, otro rato (desgraciadamente) a SlowDive, y por fin viendo en directo a Suede (espectacular).
Otra de las características del Tomavistas es que tiene un cierto aire itinerante. Muchas ediciones han sido en el Parque Tierno Galván, pero han estado en el hipódromo, en IFEMA, y este año, en la Caja Mágica.
La Caja Mágica que también es una sede que aparece y desaparece todos los años de la escena festivalera madrileña. Tiene bastantes ventajas sobre todo para un festival mediano como el Tomavistas. Buenos accesos, distancias manejables y mucho espacio. Sin embargo tiene un gran inconveniente. La peste que llega constantemente desde la depuradora cercana. Algo que nunca recuerdas antes de ir, pero que luego no se va nunca durante los conciertos. Estoy acordándome de las 2 primera ediciones del MadCool... menudos carteles... y menuda peste!
Pero volvamos al Tomavistas de este año. La verdad, es que nosotros sólo íbamos al festival por Los Planetas y Standstill. De hecho, compramos las entradas cuando aún no estaban los horarios, si hubiéramos sabido que los dos estarían el viernes, sólo habríamos ido ese día. Dicho esto, en otra vida, también habríamos disfrutado mucho del sábado, pero al final, lo hicimos de otra forma.
En estos 12 años de silencio de echocord, han pasado muchísimas cosas. Una de las más importantes es que tenemos una gran familia, MUY grande! Así que por mucho que organicemos muy bien las cosas para poder "trasnochar", nuestros días empiezan siempre muy temprano. Todo este rollo para contar, que viendo el cartel y los horarios, sazonado con que el Tomavistas es un festival familiar, decidimos que el viernes sería noche adulta, y el sábado noche familiar.
Llegamos el viernes por la tarde con tiempo para poder ver a Standstill, uno de los grupos favoritos de este blog. A pesar de la enorme cola que había para entrar, el acceso fue bastante ágil, y allí estábamos plantados para volver a ver a Standstill después de 13 años. Y es que aunque les hemos visto 6 veces en directo (siempre espectaculares), no pudimos ir a sus conciertos de "despedida" en el 2015.
Standstill es un grupo que siempre tiene un sonido exquisito en directo, y el viernes no fue diferente. Además se empezó a ver que el escenario Vibra daría siempre un mejor sonido que el Tomavistas (no llegamos a ir a los otros dos).
No sé muy bien qué decir más que fue un concierto espectacular. Que nos supo a poco a todos (incluidos ellos). Que queremos volver a verles en una sala con un concierto largo (el de ayer duró menos de una hora), y que nos alegramos de que algunas bandas que se despiden, den marcha atrás y vuelvan.
Con el subidón de empezar la temporada de festivales tan bien, nos fuimos a ver a Dinosaur Jr. Esta es una de las bandas obligadas para los que somos del noise de los 90. Pero tengo que reconocer, que nunca llegué a conectar con ellos en su momento, que les he visto varias veces en directo de pasada, y tampoco conecté. Eso sí, últimamente les he escuchado más y les he ido cogiendo más cariño.
Sin embargo, el concierto del viernes no me ha reconciliado con ellos y sus directos. Además de que el sonido no fue el mejor (algo constante en ese escenario, al menos desde dónde yo estuve), los Dinosaur Jr estuvieron fríos, como cumpliendo trámite, y finalmente les dejamos antes de que acabaran para prepararnos para el concierto de Los Planetas.
Ya sabíamos lo del cambio de alineación de Los Planetas. Tengo que reconocer que en su momento, el paso de cuarteto a quinteto no me hizo mucha gracia. Durante bastante tiempo, el organillo de Banin me parecía intrusivo, aunque creo que luego fue encontrando su sitio y también dejó en muchos momentos el teclado por otra guitarra. Eric fue sin duda un gran fichaje. Siempre espectacular en directo. Así que por un lado, la vuelta al cuarteto prometía un sonido más guitarrero, pero estaba la cuestión de qué tal lo iban a hacer los nuevos.
Es gracioso porque vi a uno antes del concierto con una camiseta que decía "Jota, Floren, Banin, Eric y el bajista". Y tengo que reconocer que a pesar de todo eché de menos a Banin, pero es que Eric es simplemente imposible de sustituir.
Dicho esto, casi tengo que admitir como un yonqui planetario que debo de haberles visto unas 30 veces en directo, pero no se me caen los anillos, Los Planetas han tenido siempre un directo bastante justito. Muchas veces Jota se pasaba de pasota (nunca Floren o Eric), y en muchísimas ocasiones el sonido acababa siendo una bola de ruido que pegaba mucho en las canciones más ruidosas de Los Planetas, pero que ensuciaba demasiado sus canciones más "limpias".
El concierto del viernes no fue muy diferente. Hay que repetir lo ya dicho, el escenario Vibra sonaba mejor que el resto. Y esto también se notó en Los Planetas. Sin embargo, a Jota se le vio muy justo de voz (nunca estuvo sobrado), y cómo se nota que no está Eric! A Floren se le vio especialmente feliz volviendo a hacer ruido sin los límites de los discos del final de la discografía de Los Planetas.
Pero dicho esto. Qué decir... Super8 es con diferencia el disco que más veces he escuchado en mi vida, en general, no sólo de Los Planetas. Así que ver a Los Planetas tocarlo de principio a fin fue algo inolvidable. Sé que Una Semana se considera el mejor disco de Los Planetas, pero lo siento, para mi Super8 es insuperable.
Además del Super8, Los Planetas remataron con Prefiero Bollitos, Nuevas Sensaciones y Mi Hermana Pequeña... tema con el que empezó todo y con el que los que escuchábamos Disco Grande les conocimos. Entiendo que Los Planetas no son para todos, que hay gente que incluso les aborrece, que hay gente saturada... pero para los que llevamos 30 años yendo al Amador de vez en cuando, a pesar de todo, el concierto del viernes fue inolvidable.
Después de Los Planetas, para nosotros sólo quedaban los Editors. Nuestro problema con los Editors es que ya hace muchos años nos desconectamos de ellos hace exactamente 15 años. Después de este concierto.
El concierto del viernes no cambió eso. Más allá de los temas de los primeros discos que nos gustan (bastante), los Editors nos aburren mucho, así que acabamos yéndonos antes del final del concierto.
El día siguiente teníamos otros objetivos. Con un cartel en el que en otras circunstancias tendríamos como objetivo haber visto a Phoenix, decidimos que era el día perfecto para probar eso de que el Tomavistas es un festival familiar y llevarnos a toda la familia. La familia que festivalea unida, permanece unida.
Llegamos justo para ver el final de los Derby Motoreta's Burrito Kachimba. Muy buen rollo, divertidos y sonido potente. A la lista de grupos a escuchar.
Justo después, un clásico, Belle and Sebastian. Los escoceses se pegaron un verdadero festival. Grupo disfrutón donde los haya y habitual en segundas líneas de cartel de festivales durante los últimos casi 30 años. Acabaron la actuación con decenas de personas bailando en el escenario.
Después tuvimos de fondo (porque no las prestamos mucha atención) a Cariño. Otra vez se pudo apreciar el buen sonido del escenario Vibra. Quizá me pilla mayor, o el rollo autotune me pone nervioso, el caso es que no iré a escuchar mañana nada de Cariño. Eso sí, hay que reconocer que dieron un buen concierto y consiguieron tener a todo el mundo bailando.
Y sorprendentemente, llegamos a ver a los The Jesus and Mary Chain. Otro de los clásicos con casi 40 años de carrera. Banda a la que también le he ido cogiendo más y más cariño con el paso de los años, dieron un concierto contundente de esos que sólo una banda con un repertorio inabarcable y experiencia para dar y tomar sobre los escenarios puede dar.
Nunca pensamos que llegáramos tan tarde con los pekes, así que fue una verdadera suerte ver una gran parte del concierto, aunque llegado un momento, no daban para más, así que tuvimos que recoger y despedirnos del Tomavistas 2024.
Desde que fui a mi primer festival (Espárrago Rock) hace ya unos cuantos años, siempre los festivales han sido algo más que música. El viaje, los preparativos, los amigos... Lo hemos pasado muy bien en este Tomavistas 2024, pero esta vez hemos añadido a esa experiencia festivalera los enanos. Inolvidable!
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