lunes, 17 de junio de 2024

Havalina, Madrid 15/6/24

 


Siempre he pensado que hay grupos que son (o deberían ser) patrimonio inmaterial de la humanidad, o al menos, nacional. 

Si de mí dependiera, algunos grupos tendrían un presupuesto en el Ministerio de Cultura para cubrir una gira cada par de años después de separarse. Así, aunque ya no estuvieran en activo sacando nuevos discos, al menos podríamos juntarnos para seguir disfrutando, y claro, alimentando la nostalgia de cuando les veíamos con material nuevo y alucinábamos.

En esa pequeña lista (el presupuesto del Ministerio es limitado) estaría sin duda Havalina. 

Ayer dieron el último concierto de su gira de despedida en la sala Ochoymedio de Madrid y no podíamos perdérnoslo. Hoy en día las despedidas son poco definitivas, así que no perdemos la esperanza, pero viendo el concierto de ayer y leyendo todas las entrevistas recientes, es poco probable que veamos a Havalina pronto.

Nosotros llegamos tarde a Havalina. No les descubrimos hasta el 2011, ya en promoción de su Las Hojas Secas, un disco ENORME. Desde entonces, hemos sido fans incondicionales, aunque reconozco que sus últimos discos no nos gustan tanto (aunque en directo funcionan muy bien).

Estoy intentando acordarme de las veces que les hemos visto desde que el blog no ha estado operativo. Recuerdo vagamente un concierto en la Sala Siroco, otro también en la Sala Ochoymedio, y seguramente alguno más, aunque ahora no me acuerdo :( 

Pensando sobre eso ayer, es sorprendente lo poco que Havalina se ha prodigado en festivales (seguro que hay una buena razón), y quizá por eso no les hemos visto más de lo que "tocaba". En todo caso ayer nos despedíamos de una banda que nos ha acompañado muy de cerca unos cuantos años.

Los conciertos de despedida son en realidad todos muy parecidos. Suelen ser largos, cubren toda la discografía tocando algunas canciones más para fans verdaderos, pero sin dejarse los más conocidos, invitan a gente que en algún momento tocó en la banda, y por supuesto hay muchos agradecimientos y momentos emotivos. Todo eso hubo ayer en la sala Ochoymedio que estaba a reventar con un público totalmente entregado. 


Ayer durante el concierto me dio por pensar sobre un par de cosas. La primera, por qué Havalina no está a la altura de otras bandas míticas patrias. Por qué estábamos (con todos mis respetos) en la Sala Ochoymedio y no estábamos en el Wizink, o mejor en el Bernabeú ahora que parece que se llena sólo. Lo tienen todo, unos músicos impresionantes (dudo que haya un mejor guitarrista que Manuel Cabezalí en España), buenísimas letras, gran sonido y muchísimo rollo...

Mi humilde opinión es que se equivocaron de década. Havalina es una banda tan de los 90, pero que nace, y sobre todo, crece, en los 2010. El estilo, pero sobre todo las letras, son tan 90 que sólo los que vivimos y chupamos la música de aquella década podíamos engancharnos como locos.. 

Me quema lo demás
Me quema lo distinto a mí

La otra cosa que no dejé de pensar ayer es que Havalina son los Queens of The Stone Age españoles. Vale que la referencia musical es obvia (en los últimos discos yo oigo mucho a Placebo aunque nadie lo diga), y vale que quizá estamos ya contando los días para volver a ver a los QOTSA después de su espectacular concierto del año pasado en el MadCool. 

La historia dice que después de la disolución de Kyuss, Los miembros fundacionales de QOTSA querían hacer un rock suficientemente duro para los chicos, y suficientemente dulce para las chicas. Algo que pudieran compartir. 

No sé si alguna vez hubo una conversación similar en Havalina, pero no cabe duda de que acabaron en un sitio parecido. De hecho, recuerdo una entrevista hace muchos años a Manuel en la que decía que ellos hacían música para follar. 

Así que con estas reflexiones, con la ley de murphy de los conciertos, en la que los dos tíos de más de 2 metros van a acabar seguro delante de tu chica, y con calor, mucho calor, las dos horas y media de concierto se acabaron rápido, demasiado rápido... Así fue el último minuto del último concierto de Havalina.


Y en ese momento, después de un conciertazo, y a pesar de una petición de bises que todo el mundo sabía que no se iba a producir, Havalina se despidió y todos nos dimos cuenta de que era cuando a alguien le dices nos veremos pronto pero sabes que probablemente, no te volverás a ver.

Esperemos que el adiós de Havalina sea eso, un hasta pronto, cómo el de muchas bandas que se despiden pero que luego acaban volviendo. Mientras tanto, muchas gracias por tantos buenos ratos en vuestros conciertos, y escuchando vuestros discos. Gracias Havalina!



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