Sábado de MadCool, que es cuando se ve más obvio que este festival se ha convertido en un parque de atracciones. Mucha gente que no sabe muy bien quien toca, pero sobre todo, les da igual. Han venido por el ambiente.
Y lo digo sin ninguna sombra de crítica. Muchos festivales son muy militantes (lo cual también me parece perfecto) y un poco hostiles para los que no son parte de la tribu. No es el caso del MadCool, y es algo digno de estudio, y sin duda, una buena cosa para el negocio.
Hay que decir que el cartel de ayer invitaba a la mezcla, porque además de no haber un estilo dominante, los nombres, obviando The Killers, no eran de los que justifican pagar la entrada de un festival.
En todo caso allí estábamos temprano (pero no lo suficiente para ver a las Warning) porque un cuarto del grupo quería ver a Avril Lavigne. Nunca me gustó en su momento, siempre me pareció una cría queriendo hacer cosas de adultos, y ahora es una mujer queriendo hacer cosas de cría. El rato que la vimos estuve muy preocupado de ver si la daba una lipotimia con esa chaqueta con capucha más propia de Ontario que de Madrid en julio a las 8 de la tarde. Cosas del continente sobre el contenido. Eso sí, muchísima gente en el escenario principal del MadCool, con un porcentaje altísimo que se sabía todas las canciones de Avril.
De allí nos fuimos a ver a los Bring Me The Horizon mientras parte del grupo de fue a ver a los 2ManyDJs. La sección 2ManyDJs tuvo que volver rápidamente porque no se podía entrar en la carpa, y los que nos quedamos a ver a los Bring Me The Horizon se nos acabó pronto la paciencia después de que empezarán más de 20 minutos tarde (algo muy extraño en este festival que ha sido muy puntual siempre), y no termináramos de conectar.
Otros también muy preocupados por el continente, el cantante iba con un outfit (para que se note que soy moderno) que daba sofoco solo verlo, y muy preocupado por demostrar que es muy malote escupiendo a diestro y siniestro, incluyendo el público, a cuyas primera filas pareció hacerles mucha gracia. Cosas de fans.
Con esas nos fuimos a ver a The Gaslight Anthem. Según nos contó su cantante, tiene la fea costumbre de ponerse malo justo para el último concierto de su gira. En toco caso, su afonía si algo, añadía una gravedad a su voz muy en línea de su rock americano clásico que fue como un bálsamo después de los dos truños que nos acabábamos de tragar. Banda espectacular sin fuegos de artificio.
Y ya estábamos listos para ver a The Killers. Después del ya mítico concierto del MadCool 2022, había muchas ganas de volver a ver a los de Las Vegas. The Killers se ha convertido en el grupo festivalero por excelencia. Saben a lo que vienen, y lo hacen bien, muy bien. Da igual que sigan sacando discos con cierta frecuencia, saben que la gente quiere bailar sus éxitos de sus tres primeros discos (dos si me apuras) y eso es lo que dan.