Coño que ganas tenía de ver a BRMC en directo. La verdad es que sus primeros 3 discos me tienen enganchado desde hace mucho tiempo, tanto que hasta ayer los últimos discos casi ni los había escuchado. Así que después de varios días de inmersión en la discografía completa de los BRMC, nos plantamos justitos de tiempo (para no faltar a la norma, los teloneros ya habían acabado) en La Riviera
Y eso que el día empezaba regular, todo el día con un dolor terrible en el tobillo que no me dejaba ni apoyar el pie (al final resulta que es que ya soy un viejuno), y encima mi perra me muerde literalmente el culo (Cesar Millán, dónde estas?). Y no sólo eso, sino que ayer parecía que el Manzanares se había salido de su cauce y pasaba por la puerta de La Riviera. Sin embargo, esto ayudó a que gracias a la confusión de colas que había, recogiéramos las entradas a toda velocidad
Con tremenda puntualidad, los BRMC empezaron como un ciclón. Enseguida pudimos ver que la señora Leah Saphiro no se anda con chiquitas, y estuvo a la altura de sus dos compañeros, una bestia
La música de BRMC es sucia, y muy sexy. Pero en directo, es como el sexo guarro. Peter y Robert manosean sus instrumentos, crean círculos que crecen entre distorsiones (cómo sonaba el Hot Rod Deluxe) y acelerones. De hecho, parece que están en su mundo, ni se miran, ni se hablan, pero todo está en su sitio. Y es que si encima de tocar como lo hacen, tocan casi dos horas (con dos pequeños descansos), pues sólo puedes quitarte el sombrero
BRMC venía a vender su último disco (Beat The Devil's Tatoo), pero su setlist tuvo una mezcla de todos sus discos. Una espectacular Red Eyes And Tears disipó cualquier duda que pudiera haber. El suelo retumbaba, La Riviera daba el mejor sonido que puede dar, y sinceramente, estábamos viendo un concierto como se ven pocos. Sin embargo, había unas cuantas personas en la sala que no parecía que se lo estuvieran pasando bien, y esa era, la prensa musical
Y es que como uno de ellos decía a la entrada, él no venía a disfrutar de esto, si no a pringar. Estuvieron justo detrás de nosotros con cara de pocos amigos sin mover un dedo, y de hecho se fueron sin que acabara el concierto
Como estaba cerca de la mesa de sonido, me acerqué a ver si me daban la setlist. Y no me la dieron, pero me dieron la de los Hombres G del día anterior (Ed.: Esto sí que es periodismo de investigación Ash). Pero claro, ellos no lo sabían, y me pidieron sacarla una foto. Tengo mis dudas de si habrían notado la diferencia
Lo otro que pareció despertarles fue que el tío de la gorra de Amaral estaba por allí dando vueltas más sólo que la una cómo buscando a alguien (o que alguien le reconociera). Ellos si que le reconocieron y se fueron a saludarle efusivamente. Un poco surrealista, la verdad
Y para acabar, terminamos hablando con un superfan de los BRMC australiano, que se sabía la vida y milagros de estos chicos. Nos recomendó escuchar The Brian Jonestown Massacre y ver un documental sobre ellos (Dig!). Si os va el rollo BRMC, yo os recomiendo a los The Black Box Revelation
Estamos a punto de cerrar el segundo año echocord, y por lo tanto, a punto de publicar nuestra lista de lo mejor del año (no sé cómo los BRMC no acabaron en nuestra lista de lo mejor de la década). Sinceramente, a bote pronto, el concierto de ayer es de lo mejorcito del año. Ya veremos la semana que viene
Para variar (ya os he dicho que estoy viejuno) se me olvidó la cámara, así que esperaremos a que alguien cuelge algún vídeo, que por otra parte, seguramente se verá mejor que con mi cámara (también viejuna)
Gracias a notecopies
Soy igual de fan que tu. Ni soy de la prensa ni nada, pero opino lo mismo que he leido por ahi en las criticas... El bajo distorsionado, fue un problema para el tecnico y medio concierto se fue a la mierda, realmente casi todos los temazos. No se si fue la sala o el tecnico, pero akello no empastaba. La ultima vez que vinieron a la heineken fue una bomba comparado con ayer.
ResponderEliminarEl sonido de La Riviera es siendo optimista una mierda. Es una pena que Madrid no tenga una sala en condiciones de este tamaño. De todas formas, el sonido dentro de la sala cambia mucho dependiendo donde te pongas. Justo al lado de la mesa de los técnicos se suele oir aceptable aunque demasiado alto. En cuanto te mueves hacia los lados o detrás, ya la cosa empieza a complicarse. En todo caso, creo dadas las circunstancias, no estuvo mal. Me perdí el concierto de la Heineken, así que no puedo opinar. Saludos y gracias por el comentario!
ResponderEliminarJoer, acabo de leer la crónica de Mondosonoro, y claramente no he sido muy original con lo del sexo :)
ResponderEliminarSaludos!